Hay un artículo muy interesante en el New Yorker (se puede leer, en ingles, aquí), sobre las diferentes maneras de crear de los artistas. Se centra en la edad en que la creatividad llega a su nivel más alto y compara a los jóvenes genios con aquellos que desarrollan su talento a una edad más tardía.
Me interesa muchísimo todo lo relacionado con los procesos creativos, la inspiración, cómo los artistas crean sus trabajos... Aparentemente, aquellos que hacen sus mejores trabajos en los primeros años de su carrera trabajan de manera más sistemática, tienen un plan claro de qué van a hacer y cómo lo van a llevar a cabo… y lo hacen. ¡Vamos, sin pensarlo mucho! Mientras tanto, los creadores tardíos trabajan de manera más intuitiva, realizan mucho trabajo de investigación, recopilación de información, búsqueda de inspiración... Se lo piensan mucho y le dan más vueltas a todo.
Me llama la atención que sea así, porque yo me imaginaba que los artistas jóvenes, que quizá no han tenido una educación artística formal, trabajarían de manera más intuitiva, y sin seguir un plan. Parece que no. Quizás los artistas que tienen claro su talento desde el principio, son más seguros de sí mismos y se ponen a trabajar sin pensar demasiado.
El artículo menciona un libro sobre este tema que me gustaría leer pronto: Old Masters and Young Geniuses. El autor, Galenson, opina que los artistas se pueden clasificar en dos tipos: conceptuales (aquellos que tienen una idea clara de lo que quieren hacer antes de empezar, y que suelen ser los jóvenes genios) y experimentales (cuyas ideas nos son tan precisas y por tanto experimentan más, se esfuerzan en mejorar sus habilidades, lo que consiguen con el tiempo, pero nunca están del todo satisfechos y son muy perfeccionistas).
Si estoy en alguno de los dos grupos (no es que me considere una Artista, con mayúscula), sería definitivamente en el de los artistas experimentales. No solo por la edad, sino por mi manera de trabajar. Necesito investigar mucho antes de ponerme a crear (un texto, un proyecto de manualidades), y definitivamente reviso, reviso, reviso y mejoro lo que hago en varias fases. El primer intento nunca es lo suficientemente bueno.
En el libro mencionado, el autor utiliza varios ejemplos para ilustrar las diferentes maneras de crear. El principal es la comparación entre Picasso, genio a una edad temprana, y Cezanne, que no realizó sus mejores trabajos hasta la última etapa de su vida. El articulo compara, de la misma manera, dos escritores americanos, Jonathan Safran Foer es el joven genio (escribió la magnifica Everything is Illuminated cuando tenia
No hay comentarios:
Publicar un comentario