viernes, 31 de octubre de 2008

Leer con la cabeza

He estado siguiendo con muchísimo interés la discusión que se ha dado en distintos blogs sobre si los escritores (en este caso concreto, de libros para adolescentes) deben especificar de qué raza son sus personajes. Podéis leer las discusiones en inglés, aquí, aquí, aquí y un resumen aquí. Como veréis por las opiniones expresadas no es una pregunta que se pueda contestar con sí o no. Por supuesto, depende. La conclusión parece ser que depende de la historia que estemos contando. La pregunta clave es ¿es necesario para la historia aclarar de qué raza es el personaje? Si no es así, dejémoslo a la imaginación del lector. Y es que los escritores a veces olvidan (¿olvidamos?) lo qué es ser lector. Una de las cosas por las que mas me gusta leer es porque tengo la oportunidad de “ver” en mi cabeza lo que ocurre, a los personajes, los lugares, la ropa, los detalles, los edificios... Más de una vez, leer una descripción tardía de un personaje me ha hecho salir de mi fantasía. Porque “mi” personaje no se suele parecer en nada al del autor. Y así, se acaba la magia. La película en mi cabeza se para, se queda congelada como unos de esos DVDs. rayados. Aunque a veces logro que continúe, ya no es lo mismo. El DVD queda un poco rayado después de la interrupción. Mi amor por la historia, por muy buena que esta sea, también.

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